Soñar con : Abanico

Soñar con : Abanico

Soñar con abanico


Un abanico es de por sí ya un instrumento misterioso. Ya en la antigüedad se utilizaba por las señoritas como método de seducción y coquetería o simplemente para ocultar las emociones y pensamientos a la vista de los demás.
El abanico además, posee un lenguaje propio, donde a través del tipo de movimiento utilizado, se usaba para comunicarse y enviar mensajes discretos y velados.

Según como nos desenvolvamos con el abanico en nuestros sueños, los significados también varían, pero se mantienen dentro de unas características generales tales como : La inseguridad, la falsedad, los secretos, la desconfianza, la frustración y la dependencia.


  • Si nos observamos en el sueño abriendo y cerrando el abanico, casi de forma compulsiva, significa que estamos hartos y agobiados de nuestra rutina. Nos sentimos frustrados y coartados en nuestra libertad. Necesitamos hacer cambios en nuestra vida, que traigan aire fresco y renovador a nuestras tareas del día a día.

  • Si nos estamos abanicando y ocultamos nuestra cara tras el abanico, significa que hay aspectos de nuestra personalidad que no deseamos dar a conocer a los demás  o a la persona con la que estamos interactuando en el sueño. Las causas pueden ser por desconfianza. Puede que la persona no nos inspire la suficiente seguridad para revelarle un secreto. También puede ocurrir, que nos sintamos avergonzados de ese secreto o temamos ser rechazados por los demás si éste fuese desvelado.


  • Si estamos abanicando a otra persona, proporcionándole aire, nos refleja nuestras ansias por agradar a los demás. Quizá deberíamos revisar nuestros niveles de autoestima o nuestra confianza, ya que no siempre se puede agradar a todo el mundo y empeñarse en ello, puede apartarnos de nuestros propósitos en la vida o limitar nuestras acciones por miedo a ser rechazados.


  • Si somos nosotros, los que estamos recibiendo aire porque otra persona nos está abanicando, significa que no somos libres, no tenemos independencia y nos sometemos a las decisiones y voluntad de los demás. Esto a la larga, resultará perjudicial para nuestro espíritu. Debemos romper las cadenas que nos impiden ser nosotros mismos.


  • Si observamos a una mujer comprando un abanico, nos previene de chismes, habladurías e incluso traiciones entre las personas que conocemos y que frecuentan nuestro círculo social. Nos habla de personas que nos muestran una cara, pero que en realidad se esconden tras una máscara de falsedad.

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Acerca Unknown

Justo cuando crees tener todo organizado, el destino te lanza algo inesperado. Así que tienes que improvisar. Acabas encontrando la felicidad en lugares que jamás te habrías imaginado y te encuentras volviendo a los sitios que más importan. Es curioso eso del destino, siempre acaba hallando la forma de que acabemos justo donde más pertenecemos.